domingo, 23 de febrero de 2014

HISTORIA DE UNA GAVIOTA Y DEL GATO QUE LE ENSEÑÓ A VOLAR.

HISTORIA DE UNA GAVIOTA Y DEL GATO QUE LE ENSEÑÓ A VOLAR ( LUIS SEPULVEDA) Capítulo 1, Mar Del Norte: Kengah, es una gaviota con plumas de color de plata. A ella le encanta ver las banderas de los barcos porque representaban una forma de hablar. Su grupo pescaba arenques, todas las gaviotas hundían la cabeza y salían con un arenque. La bandada era dirigida por la gaviota piloto. Eran 120 gaviotas. Venían del faro de la arena roja. La bandada se dirigía a Vizcaya a reunirse con otras bandadas. Kenghan hundió su cabeza para buscar su 4° arenque, pero de repente sonó la alarma, gritaron, ¡Peligro al estribor!, ¡Despegue de emergencia! Kengah hundió la cabeza por eso no escucho la alarma. Después de eso Kengah sacó la cabeza y se veía sola en la inmensidad del océano. Capítulo 2, Un Gato Grande, Negro y Gordo: Zorbas es el gato grande, negro y gordo. Su familia real le dijo que no saliera del canasto porque vendrían los humanos a adoptarle. Su amo se iba de vacaciones. Al amo le encantaba nadar. Zorbas opinaba que su amo era el mejor. La historia se desarrolla en el puerto de Hamburgo. El amo quería ir a Liberia. Zorbas quería cabezas de pescados para sus hermanos para que no mamaran mas a su madre ya que estaba muy flaca. Zorbas era el único gato que era negro con un mechón blanco en la barbilla. El pelícano creía que el gato era una rana venenosa. El amo le salvo la vida a Zorbas el ahorcó al pelícano y lo soltó. Ellos se conocían hace 5 años. En eso se encontró con un pájaro que tenia un gran buche Zorbas iba en el aire el pájaro lo esperaba con el buche abierto, lo trago pero después se libero. Después de eso llega su familia adoptiva. Capítulo 3, Hamburgo A La Vista: Kengah tenía los músculos acalambrados por el esfuerzo. Kengah tenía las alas inmovilizadas, pegadas al cuerpo. Las gaviotas eran presas fáciles para peces grandes. O morían lentamente, asfixiadas por el petróleo. Kengah maldijo a los humanos, pero no a todos. Kengah paso largas horas posada sobre el agua, preguntándose si se iba a morir con la peor muerte, morirse por hambre. Desesperada se agito entera, comprobó que el petróleo no le había pegado las alas. Kengah comprobó que no duraría tanto tiempo volando. Después Kengah llego ha San Miguel, Hamburgo. Capítulo 4, El Fin De Un Vuelo: La gaviota cayo en el balcón, donde vivía Zorbas. El gato miro a la gaviota y la vio muy sucia y apestaba. Zorbas le daba ideas como para ayudarla a que fuera al zoo. Pero Kengah decía que no podía ya que era el vuelo final. Zorbas cuando le paso la lengua por el cuello notó que la respiración de el ave estaba cada vez más débil. Entonces Zorbas va en busca de ayuda para consultar que se hace con una gaviota enferma. Kengah le dice que colocara un huevo, con sus ultimas fuerzas. Kengah le dijo a Zorbas si cumplía tres promesas que le iba a ser, el dijo que si. 1 promesa: No te comerás el huevo. 2 promesa: cuidaras al pollito hasta que nazca. 3 promesa: le enseñarás a volar. Zorbas le prometía esas promesas. Zorbas iba a buscar ayuda. En eso Kengah da su ultimo esfuerzo agradece, y sale el huevo. Capítulo 5, En Busca De Consejo: Cuando Zorbas iba llegando al restaurante dos gatos lo vieron pasar, esos gatos molestaban a Zorbas. Zorbas no tenía tiempo sacó una de sus garras se las mostró a esos gatos y lo dejaron en paz. Zorbas maúllo y espero sentado, en pocos minutos se acercó Secretario, un gato romano muy flaco y con dos bigotes, uno en cada lado. Zorbas le dijo a Secretario que debía maullar con Colonello, era urgente. Colonello era un gato de edad indefinible. Zorbas necesitabas los consejos de Colonello. Ya que era viejo y talentoso. Zorbas le hablo de la llegada de la gaviota y su estado. Colonello dijo que lo mejor forma para enseñarle a volar a la gaviota era donde Sabelotodo. Capítulo 6, Un Lugar Curioso: Harry era el dueño de el Bazar, el era un viejo lobo marino. Harry tenia un montón de objetos los obtenía porque se dedico a la colección de objetos durante 50 años. Encontró diversos tipos de objetos. Harry tenia 2 mascotas Matías un Chimpancés y un Gato Sabelotodo el se dedicaba a el estudio de libros. Matías, un chimpancé que hacía de boletero y vigilante de seguridad, lo malo es que este bebía cerveza y siempre intentaba de dar cambio de menos. Matías les decía que tenían que pagar la entrada o si no se largaban, pero Zorbas saltó al otro lado de la boletería. Zorbas saco sacó una garra de su pata delantera derecha. Por esta vez Matías lo dejo pasar. Capítulo 7, Un Gato Que Lo Sabe Todo: Zorbas y sus amigos estaban allí porque Sabelotodo los podría ayudar ya que era un gato muy sabio. Enseguida Zorbas le narró la triste historia de la gaviota. Sabelotodo se le ocurrió una idea busca en la enciclopedia. Busco en las letras G y P. Pero desafortunadamente lo que salía sobre las gaviotas no le sirvió mucho. Y sobre el petróleo tampoco lograron encontrar algo importante. Ahora sabelotodo busco en la letra Q de quita manchas. Ahí decía que se limpia la superficie afectada con un paño humedecido en bencina. Capítulo 8, Zorbas Empieza A Cumplir Lo Prometido: Los gatos llegaron al balcón donde estaba Zorbas, vieron el cuerpo sin vida de la gaviota al moverla de el lugar descubrieron el huevo blanco con pintitas azules. Por mientras Sabelotodo le aconsejo a Zorbas calor, calor corporal. Echarse junto al huevo, pero sin romperlo. Sus amigos fueron a donde el bazar de Sabelotodo para buscar información sobre el huevo. Capítulo 9, Una Noche Triste: Tiraron a la gaviota muerta desde el balcón. Rápidamente la cubrieron de tierra. Zorbas y sus amigos sabían poco de ella, Zorbas le prometio a la gaviota las promesas, pero una de las mas difíciles promesas enseñarle a volar. Ordenaron que Zorbas no abandonase el huevo hasta que nazca el pollito. Por mientras que los amigos irían a consultar en la enciclopedia de Sabelotodo acerca de el arte de volar. Los gatos empezaron a maullar, después se agregaron de otros maullidos hasta que todos los gatos y animales gritaran. Segunda Parte Capítulo 1, Gato Empollando: Pasaron días Zorbas paso harta parte de esos días echado junto al huevo, estaba a punto de nacer. Los amigos de Zorbas iban a visitar al huevo para ver si había progresado. El huevo duraba más o menos de 17 a 30 días al nacer. Cada mañana Zorbas ocultaba el huevo, porque pasaba la aspiradora. Después escucho al balcón hay Zorbas rodaba el huevo hasta esconderlo debajo de la cama, ahí espero al humano hasta que terminara. Mientras Zorbas dormía en el día numero veinte no percibió el huevo que se movía lentamente. Zorbas despertó y vio que había una grieta en el huevo. Zorbas tomaba el huevo con las patas delanteras y vio como el pollito picoteaba hasta abrir un agujero. Capítulo 2, No Es Fácil Ser Mami: Zorbas era la mamá de el pollito. El pollito graznó, tengo hambre!, Zorbas no sabía que darle de comer. Zorbas de la cocina sacó rodando una manzana, el pájaro la probó pero el pico se le dobló. El pollito tenía hambre, Zorbas le dio un pedazo de papa, pero también se le doblo el pico. Después de eso Zorbas recordó que los pollitos comen insectos. Salió al balcón y cogió una mosca y el pollito la tragó y le gustó, quería más. Zorbas cogió cinco moscas más y una araña. El pollito devoró las cinco moscas, pero se negó a probar la araña. Cuando llegaron los amigos de Zorbas, vieron al pollito durmiendo al lado de Zorbas. Capítulo 3, El Peligro Acecha Cuando Zorbas escucho la puerta, volcó la maceta y se sentó en ella. Llegaron los 2 gatos estaban frente al pollito, decían que se ve sabroso, estaban molestando al pollito. Llego Zorbas en el aire saco las 10 uñas, le aplasto la cabeza a los gatos. Trataron de levantarse los gatos pero sintieron que en su oreja tenían un arañazo. Zorbas debía buscar un refugio, después salieron a pasear. Capítulo 4, El Peligro No Descansa: En el bazar de Harry, los gatos decidieron que el pollito no podía seguir en el piso de Zorbas, corría muchos riesgos. Como por ejemplo, los dos gatos pero ese no era el peor si no el de el amigo de la familia. Los gatos decidieron que Zorbas y el pollito vivirían en el bazar de Harry hasta que el pollito aprendiera a volar. Los gatos acordaron colocarle un nombre al pollito, pero no sabían si era macho o hembra. Sabelotodo busco en la enciclopedia la letra S buscando la palabra Sexo, pero el libro no decía como reconocer el pollito de gaviota. Después a los gatos se le ocurrió que donde Barlovento podrían encontrar la solución. El pollito grito ¡Auxilio! Zorbas fue el primero en llegar, llego a tiempo ya que la rata estaba a punto de tocarla con las manos en el cuello del pollito. La rata al ver a Zorbas huyó por la grieta abierta en el muro. Zorbas visito al jefe de las ratas y le dijo que aceptara no comerse al pollito, que lo dejaran en paz.. Capítulo 5, ¿Pollito O Pollita? Barlovento era mascota de Hannes II, los tripulantes apreciaban a Barlovento, un gato de color miel con los ojos azules. Rápidamente le contaron la historia de la gaviota y las promesas de Zorbas. Los gatos le dijeron que solamente tu Barlovento podrás decir si el pollito es macho o hembra. Al final Barlovento dijo que era una linda pollita. Colonello propuso que le pusieran Afortunada. Ya que la gaviota ha tenido la fortuna de quedar en protección de los gatos. Todos estuvieron de acuerdo con el nombre. Capítulo 6, Afortunada, De Verdad Afortunada: Sabelotodo buscaba y buscaba el método para que Zorbas le enseñara a volar. Sabelotodo encontró que volar consistía en empujar el aire hacia atrás y hacia abajo. Afortunada pregunto: ¿Porque debo volar? Sabelotodo respondía las gaviotas vuelan, es ¡terrible! Que no sepas que las gaviotas no vuelan. Afortunada no quería aprender a volar y tampoco quería ser gaviota. Ella quería ser gato. Afortunada se acerco en la entrada del bazar y se encontró con Matías. Matías en una de sus tonterías le dijo que Zorbas y sus amigos están esperando hasta que engordes para que te den un buen festín. Zorbas encontró a Afortunada y Zorbas le dijo si tenía hambre. Pero la gaviota no hablo. Capítulo 7, Aprendiendo A Volar: Afortunada estaba allí a punto de intentar su primer vuelo. Afortunada pregunto ¿La gaviotas vuelan en días de tormentas? Lista de despegue dijo Afortunada. Entonces empezaron a ver los pasos. Afortunada batió las alas, se elevo pero de inmediato cayó. Los gatos bajaron de la estantería y corrieron hacia ella. Estaba con los ojos llenos de lagrimas. Le dijeron que el primer vuelo nunca funcionaba. Capítulo 8, Los Gatos Deciden Romper El Tabú: Diecisiete veces intento Afortunada el vuelo, y diecisiete veces terminó en el suelo luego de haber conseguido elevarse más. Zorbas pidió autorización para romper el tabú por primera y ultima vez. (Maullar el idioma de los humanos es tabú). Los gatos se preguntaban que como si un humano viera que un gato habla, lo encerrarían en una jaula para someterlo en estúpidas pruebas. Para los gatos maullar en el idioma de los humanos es un peligro muy grande. Largas duro la reunión. Al final los gatos del puerto lo autorizaron a romper el tabú. Capítulo 9, La Elección Del Humano: Para los gatos no fue fácil saber con que humano maullaría. Pensaron en René un chef muy bondadoso y justo, siempre les reservaba un poco de su porción pero René sólo entiende de especias y peroles. Por lo tanto no les servía. Harry pensaron el era buena persona. Amable con todo el mundo incluso con Matías al que disculpaba de cosas ¡terribles!. Carlo, el jefe de mozos del restaurante, pero lamentablemente él entiende de fútbol, baloncesto, voleibol, carreras de caballos, boxeo y muchos deportes más. Pero ellos nunca han oído hablar de vuelo. Y listaron a muchas personas más. Zorbas propuso otra idea es en la casa de Bubulina. Ella era una bonita gata blanquinegra que pasaba muchas horas en las macetas de flores en la terraza. El humano se reía después de leer lo que acababa de escribir. Zorba eligió al humano de Bubulina porque se inspiraba con lo que ha oído leer el humano escribía hermosas palabras que alegran o entristecen. Capítulo 10, Una Gata, Un Gato Y Un Poeta: Zorbas llego a la casa de Bubulina, ella se alarmo, Zorba le dijo, que debía maullar con el humano de Bubulina ( eso es tabú) . Zorbas esperaba al humano sentado en el sillón, el humano cantó , pero Zorbas le dijo que cantaba muy mal, el humano abrió la boca porque Zorbas habló en el idioma de lo humanos, el humano se volvió muy loco en un principio y no lo podía creer. Zorbas hablaba en distintos idiomas, el humano se asombro mucho mas. Zorbas le pidió ayuda al humano esta misma noche, ellos se iban a juntar en la puerta del bazar después de eso el gato grande, negro y gordo corrió a informar a sus compañeros. Capítulo 11, El Vuelo: Ellos estaban frente a un edificio alto. Desde el campanario de San Miguel se veía toda la ciudad. Debajo de el campanario habían autos pasando. Afortunada tenia miedo al volar, afortunada estaba en la baranda. Afortunada le dijo a Zorbas Nuca te olvidare, ni a los otros gatos. Afortunada desapareció de la vista el humano y el gato temieron lo peor, había ciado como una piedra. La vieron batiendo las alas, sobrevolando el parque de estacionamiento. Afortunada volaba solitaria en la noche hamburgueña. Se alejaba batiendo energica las alas hasta elevarse sobre las grúas del puerto. Afortunada dijo Vuelo Zorbas Vuelo puedo Volar. Zorbas permaneció allí contemplándola hasta que no supo si fueron las gotas de lluvia o las lagrimas las que empeñaron sus ojos amarillos de gato grande, negro y gordo, de gato bueno, de gato noble, de gato de puerto.

miércoles, 22 de enero de 2014

JORGE LUIS BORGES - BIOGRAFIA

Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899 - Ginebra, Suiza, 1986) Escritor argentino. Jorge Luis Borges procedía de una familia de próceres que contribuyeron a la independencia del país. Su antepasado, el coronel Isidro Suárez, había guiado a sus tropas a la victoria en la mítica batalla de Junín; su abuelo Francisco Borges también había alcanzado el rango de coronel. Pero fue su padre, Jorge Borges Haslam, quien rompiendo con la tradición familiar se empleó como profesor de psicología e inglés. Estaba casado con la delicada Leonor Acevedo Suárez, y con ella y el resto de su familia abandonó la casa de los abuelos donde había nacido Jorge Luis y se trasladó al barrio de Palermo, a la calle Serrano 2135, donde creció el aprendiz de escritor teniendo como compañera de juegos a su hermana Norah. En aquella casa ajardinada aprendió Borges a leer inglés con su abuela Fanny Haslam y, como se refleja en tantos versos, los recuerdos de aquella dorada infancia lo acompañarían durante toda su vida. Apenas con seis años confesó a sus padres su vocación de escritor, e inspirándose en un pasaje del Quijote redactó su primera fábula cuando corría el año 1907: la tituló La visera fatal. A los diez años comenzó ya a publicar, pero esta vez no una composición propia, sino una brillante traducción al castellano de El príncipe feliz de Oscar Wilde. En el mismo año en que estalló la Primera Guerra Mundial, la familia Borges recorrió los inminentes escenarios bélicos europeos, guiados esta vez no por un admirable coronel, sino por un ex profesor de psicología e inglés, ciego y pobre, que se había visto obligado a renunciar a su trabajo y que arrastró a los suyos a París, a Milán y a Venecia hasta radicarse definitivamente en la neutral Ginebra cuando estalló el conflicto. Borges era entonces un adolescente que devoraba incansablemente la obra de los escritores franceses, desde los clásicos como Voltaire o Víctor Hugo hasta los simbolistas, y que descubría maravillado el expresionismo alemán, por lo que se decidió a aprender el idioma descifrando por su cuenta la inquietante novela de Gustav Meyrink El golem. Hacia 1918 lee asimismo a autores en lengua española como José Hernández, Leopoldo Lugones y Evaristo Carriego y al año siguiente la familia pasa a residir en España, primero en Barcelona y luego en Mallorca, donde al parecer compuso unos versos, nunca publicados, en los que se exaltaba la revolución soviética y que tituló Salmos rojos. En Madrid trabará amistad con un notable políglota y traductor español, Rafael Cansinos-Assens, a quien extrañamente, a pesar de la enorme diferencia de estilos, proclamó como su maestro. Conoció también a Valle Inclán, a Juan Ramón Jiménez, a Ortega y Gasset, a Ramón Gómez de la Serna, a Gerardo Diego... Por su influencia, y gracias a sus traducciones, fueron descubiertos en España los poetas expresionistas alemanes, aunque había llegado ya el momento de regresar a la patria convertido, irreversiblemente, en un escritor. De regreso en Buenos Aires, fundó en 1921 con otros jóvenes la revista Prismas y, más tarde, la revista Proa; firmó el primer manifiesto ultraísta argentino, y, tras un segundo viaje a Europa, entregó a la imprenta su primer libro de versos: Fervor de Buenos Aires (1923). Seguirán entonces numerosas publicaciones, algunos felices libros de poemas, como Luna de enfrente (1925) y Cuaderno San Martín (1929), y otros de ensayos, como Inquisiciones, El tamaño de mi esperanza y El idioma de los argentinos, que desde entonces se negaría a reeditar. Durante los años treinta su fama creció en Argentina y su actividad intelectual se vinculó a Victoria y Silvina Ocampo, quienes a su vez le presentaron a Adolfo Bioy Casares, pero su consagración internacional no llegaría hasta muchos años después. De momento ejerce asiduamente la crítica literaria, traduce con minuciosidad a Virginia Woolf, a Henri Michaux y a William Faulkner y publica antologías con sus amigos. En 1938 fallece su padre y comienza a trabajar como bibliotecario en las afueras de Buenos Aires; durante las navidades de ese mismo año sufre un grave accidente, provocado por su progresiva falta de visión, que a punto está de costarle la vida. Al agudizarse su ceguera, deberá resignarse a dictar sus cuentos fantásticos y desde entonces requerirá permanentemente de la solicitud de su madre y de su amigos para poder escribir, colaboración que resultará muy fructífera. Así, en 1940, el mismo año que asiste como testigo a la boda de Silvina Ocampo y Bioy Casares, publica con ellos una espléndida Antología de la literatura fantástica, y al año siguiente una Antología poética argentina. En 1942, Borges y Bioy se esconden bajo el seudónimo de H. Bustos Domecq y entregan a la imprenta unos graciosos cuentos policiales que titulan Seis problemas para don Isidro Parodi. Sin embargo, su creación narrativa no obtiene por el momento el éxito deseado, e incluso fracasa al presentarse al Premio Nacional de Literatura con sus cuentos recogidos en el volumen El jardín de los senderos que se bifurcan, los cuales se incorporarán luego a uno de sus más célebres libros, Ficciones, aparecido en 1944. Vicisitudes públicas En 1945 se instaura el peronismo en Argentina, y su madre Leonor y su hermana Norah son detenidas por hacer declaraciones contra el nuevo régimen: habrán de acarrear, como escribió muchos años después Borges, una "prisión valerosa, cuando tantos hombres callábamos", pero lo cierto es que, a causa de haber firmado manifiestos antiperonistas, el gobierno lo apartó al año siguiente de su puesto de bibliotecario y lo nombró inspector de aves y conejos en los mercados, cruel humorada e indeseable honor al que el poeta ciego hubo de renunciar, para pasar, desde entonces, a ganarse la vida como conferenciante. La policía se mostró asimismo suspicaz cuando la Sociedad Argentina de Escritores lo nombró en 1950 su presidente, habida cuenta de que este organismo se había hecho notorio por su oposición al nuevo régimen. Ello no obsta para que sea precisamente en esta época de tribulaciones cuando publique su libro más difundido y original, El Aleph (1949), ni para que siga trabajando incansablemente en nuevas antologías de cuentos y nuevos volúmenes de ensayos antes de la caída del peronismo en 1955. En esta diversa tesitura política, el recién constituido gobierno lo designará, a tenor del gran prestigio literario que ha venido alcanzando, director de la Biblioteca Nacional e ingresará asimismo en la Academia Argentina de las Letras. Enseguida los reconocimientos públicos se suceden: Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cuyo, Premio Nacional de Literatura, Premio Internacional de Literatura Formentor, que comparte con Samuel Beckett, Comendador de las Artes y de las Letras en Francia, Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes de Argentina, Premio Interamericano Ciudad de Sèo Paulo... Jorge Luis Borges Inesperadamente, en 1967 contrae matrimonio con una antigua amiga de su juventud, Elsa Astete Millán, boda de todos modos menos tardía y sorprendente que la que formalizaría pocos años antes de su muerte, ya octogenario, con María Kodama, su secretaria, compañera y lazarillo, una mujer mucho más joven que él, de origen japonés y a la que nombraría su heredera universal. Pero la relación con Elsa fue no sólo breve, sino desdichada, y en 1970 se separaron para que Borges volviera de nuevo a quedar bajo la abnegada protección de su madre. Los últimos reveses políticos le sobrevinieron con el renovado triunfo electoral del peronismo en Argentina en 1974, dado que sus inveterados enemigos no tuvieron empacho en desposeerlo de su cargo en la Biblioteca Nacional ni en excluirlo de la vida cultural porteña. Dos años después, ya fuera como consecuencia de su resentimiento o por culpa de una honesta alucinación, Borges, cuya autorizada voz resonaba internacionalmente, saludó con alegría el derrocamiento del partido de Perón por la Junta Militar Argentina, aunque muy probablemente se arrepintió enseguida cuando la implacable represión de Videla comenzó a cobrarse numerosas víctimas y empezaron a proliferar los "desaparecidos" entre los escritores. El propio Borges, en compañía de Ernesto Sábato y otros literatos, se entrevistó ese mismo año de 1976 con el dictador para interesarse por el paradero de sus colegas "desaparecidos". De todos modos, el mal ya estaba hecho, porque su actitud inicial le había granjeado las más firmes enemistades en Europa, hasta el punto de que un académico sueco, Artur Ludkvist, manifestó públicamente que jamás recaería el Premio Nobel de Literatura sobre Borges por razones políticas. Ahora bien, pese a que los académicos se mantuvieron recalcitrantemente tercos durante la última década de vida del escritor, se alzaron voces, cada vez más numerosas, denunciando que esa actitud desvirtuaba el espíritu del más preciado premio literario. Para todos estaba claro que nadie con más justicia que Borges lo merecía y que era la Academia Sueca quien se desacreditaba con su postura. La concesión del Premio Cervantes en 1979 compensó en parte este agravio. En cualquier caso, durante sus últimos días Borges recorrió el mundo siendo aclamado por fin como lo que siempre fue: algo tan sencillo e insólito como un "maestro". La obra de Jorge Luis Borges Borges es sin duda el escritor argentino con mayor proyección universal. Se hace prácticamente imposible pensar la literatura del siglo XX sin su presencia, y así lo han reconocido no sólo la crítica especializada sino además las diversas generaciones de escritores, que vuelven con insistencia sobre sus páginas como si éstas fueran canteras inextinguibles del arte de escribir. Borges fue el creador de una cosmovisión muy singular, sostenida sobre un original modo de entender conceptos como los de tiempo, espacio, destino o realidad. Sus narraciones y ensayos se nutren de complejas simbologías y de una poderosa erudición, producto de su frecuentación de las diversas literaturas europeas, en especial la anglosajona -William Shakespeare, Thomas De Quincey, Rudyard Kipling o Joseph Conrad son referencias permanentes en su obra-, además de su conocimiento de la Biblia, la Cábala judía, las primigenias literaturas europeas, la literatura clásica y la filosofía. Su riguroso formalismo, que se constata en la ordenada y precisa construcción de sus ficciones, le permitió combinar esa gran variedad de elementos sin que ninguno de ellos desentonara. El primer libro de poemas de Borges fue Fervor de Buenos Aires (1923), en el que ensayó una visión personal de su ciudad, de evidente cuño vanguardista. En 1925 dio a conocer Luna de enfrente y, tres años más tarde, Cuaderno San Martín, poemarios en los que aparece con insistencia su mirada sobre las "orillas" urbanas, esos bordes geográficos de Buenos Aires en los que años más tarde ubicará la acción de muchos de sus relatos. Puede decirse que en estos primeros libros Borges funda con su escritura una Buenos Aires mítica, dándole espesor literario a calles y barrios, portales y patios. El poeta parece rondar la ciudad como un cazador en busca de imágenes prototípicas, que luego volcará con maestría en sus versos y prosas. En 1930 publicó Evaristo Carriego, un título esencial en la producción borgeana. En este ensayo, al tiempo que traza una biografía del poeta popular que da título al libro, se detiene en la invención y narración de diferentes mitologías porteñas, como en la poética descripción del barrio de Palermo. Evaristo Carriego no responde a la estructura tradicional de las presentaciones biográficas, sino que se sirve de la figura del poeta elegido para presentar nuevas e inéditas visiones de lo urbano, como se manifiesta en capítulos tales como "Las inscripciones de los carros" o "Historia del tango". Hacia 1932 da a conocer Discusión, libro que reúne una serie de ensayos en los que se pone de manifiesto no sólo la agudeza crítica de Borges sino además su capacidad en el arte de conmover los conceptos tradicionales de la filosofía y la literatura. Además de las páginas dedicadas al análisis de la poesía gauchesca, este volumen integra capítulos que han servido como venero de asuntos de reflexión para los escritores argentinos, tales como "El escritor argentino y la tradición", "El arte narrativo y la magia" o "La supersticiosa ética del lector". En 1935 aparece Historia universal de la infamia, con textos que el propio autor califica como ejercicios de prosa narrativa y en los que es evidente la influencia de Robert Louis Stevenson y Gilbert Chesterton. Este volumen incluye uno